The Rising


He estado construyendo muros desde que me conozco.
Incluso cuando vivía en el espacio. Antes de competir contra las ratas, antes de que los monos tuvieran tratamiento humano.
Crecer con la teología del ateísmo no me sirvió de nada, así que me tocó reventar la burbuja y construirme una vida a ciegas, sólo como los necios saben.
Rompí tanto almas como cabezas, perforando ambas con telequinética frialdad hasta hacerlas llorar arrepentimiento. Pero el vacío seguía como tal.
Los mismos que le sonríen con la boca cerrada a la vida, esos que intentan ser felices sin un hombro sobre el que llorar...yo también respiré de ese aire, y pisé mierda sin esperar porvenir en el horizonte.
Y podrás decir que me conociste, pero no lo sabes.
Nunca imaginé sentir la muerte de mi mitad y la plenitud de sentirse finalmente completo el mismo dia. Tampoco confiaba en mi capacidad de dejar el amor a años luz de mi realidad para descubrir que después de la cima, se puede seguir subiendo.
Valoro mi mundo, el suyo y el nuestro.
Valoro su forma de hacer bailar mis sentimientos, aunque sus palabras vengan de muy lejos, no las ahoga el océano. Gracias.
Artista ilógico de la palabra cuya voz retumba entre lo que digo y lo que no soy capaz de decir. Gracias.
Intentaron tumbarme, y acabaron mordiendo el bordillo de las aceras que rodean las calles de mi cinismo.
Desde ahora hasta el infinito, yo.

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