Judith.


Es como algún tipo extraño de inspiración, de esperanza para los desdichados que nunca elegí tener. La misma inspiración que me empuja a enseñarte de cuántas maneras diferentes tu Salvador ha elegido abandonarte.
Gracias (Que le jodan) a tu Dios, a tu Salvador, a tu Señor. Hizo esto, creó esto otro, te dió todo lo que tienes, ¿y te deja de esta manera?
Nunca dejaste de orar, nunca te desviaste del camino, nunca probaste de la manzana, ni siquiera te atreviste a preguntar por qué.
No es como si hubieras matado a alguien. No has lanzando un arpón de ira contra su pecho.
Rézale al único que ha destrozado y paralizado tu vida. Ha hecho todo esto por tí.
Existen tantas maneras diferentes de demostrarte cómo tu Dogma te ha abandonado.
Rézale a tu Dios, a tu Señor.
Nunca probaste de la manzana, nunca te desviaste del camino, nunca te rompiste, nunca te ahogaste con su mentira. Aun sabiendo que sólo Él ha podido hacerte esto, nunca te atreviste a preguntar por qué.
Que no has matado a nadie, que no has incrustado una lanza maliciosa contra su pecho.
Habla con tu Señor Jesucristo y pregúntale si conoce los motivos. Después de todo, Él lo ha hecho por tí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un poema casi inventado

La Posada