Am.arTE
¿No oyes sus jadeos?
Cada vez los oigo más cerca,
sola,
contigo,
en medio del verano,
entre los gritos de la multitud,
en invierno,
sin miedo al frío,
cuando el mar,
cuando llegas,
cuando estiro la mano
hacia tus rojos frutos palpitantes.
Está ahí,
al acecho,
espera.
Tú no la ves,
sonríes,
sonrío yo también.
Déjame besarte,
comerte
una vez más,
hasta que su aliento
nos alcance.
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Gracias!
Abrazos!!!