Aceptación




Fue tan desolador que hasta hoy no he sido capaz de contarlo. Era indescriptible para todo aquel que pasó su infancia junto a mi en aquellas calles.
Observé mi reflejo en el cristal de una ventana y... aquella no era yo, no reconocía mi propio rostro. No fui capaz de hacer una mueca, ni siquiera de dejar de fruncir el ceño. Otra costumbre perdida.
"He pasado demasiado tiempo alejada de estas calles."
El futuro nos enseña a estar solos. El presente se ceba con miedo y demás males. Aprendemos el contestar "bien" cada vez que nos preguntan cómo estamos, y a mostrar una sonrisa perfectamente estudiada frente al espejo a pesar del vacío que nunca parece llenarse, al menos de alcohol.
Me dejé olvidada en aquellas calles.
Pisoteé las aceras pobladas de recuerdos hasta que mis piernas me obligaron a parar justo al lado de la casa en la que solía vivir. Me senté en el escalón del portal y recordé las voces de aquellos amigos que el tiempo ha desvanecido. Recordé que por las noches era capaz de escuchar la sangre que se agolpaba en mis sienes, y a veces la lluvia negra que caía como un susurro sobre el asfalto.
Ahora las noches no son tan diferentes de los dias, y lo que escucho es mi vida desperdiciarse entre botellas vacías y futuro inexistente.
Así que por favor, si lees esto, espérame donde siempre, y recíbeme con un abrazo desesperanzado que me obligue a reconocer que soy lo que aquella niña se negaba a vivir.

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