Éxodo
Cállate.
Que nadie
te escuche.
Nadie.
Qué lástima.
Qué espanto.
Qué frío
y fría
la habitación
que comparto
a penas,
penas,
pesas,
pasas
como el tiempo
distraído,
al que nadie
le ha dicho
que deje de contar.
A veces te miro
de reojo,
como antes,
como cuando
todo era
como antes.
Como antes
de que
Ella
llegase
y me aplastase,
nos aplastase
o te aplastase.
Ya no lo sé.
El frescor de las mañanas,
el calor de las tardes,
el viento que por fin llega
los amaneceres a tu lado,
todo llega otra vez.
Todo.
Menos tu voz.
"...que tengas suerte,
payo de ojos cansados,
que tengas suerte."
Kutxi Romero.
Comentarios