Canto al borracho olvidado.




¿Recuerdas cuando querías escribir?
¿Perfeccionarte constantemente
hasta ser un poeta de verdad?

Te apoyabas constantemente
en otros poetas borrachos
de voz rota
tan muertos
como lo estabas tú
en vida.

¿Ahora qué pretendes?
¿Seguir siendo deidad solitaria
mientras te pudres
dia a dia
bajo la sombra de otro igual?

Te veo descomponerte,
dividirte en dos
todos los dias.
Ser dos personas distintas
y ninguna de ellas eres tú.

Enfermarte no fue nunca una misión a cumplir.

Mejor así,
sigue nadando
sin cansarte,
a tu ritmo.
Como esas olas
inmensas
que aparecen de la nada
y en la nada se quedan
sin que nadie las retenga.




Acomodo mis penas como puedo, porque voy deprisa.
Jaime García Terrés.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Un poema casi inventado

La Posada