A veces, por las noches, los búhos salen a matar. Manadas enteras de búhos se sincronizan en zulú mientras afilan sus colmillos de nata: -Cumupidú! Cumupidú! Capitán! - gritan todos al unísono -Cumupidú! Cumupidú! Ya os escuché la primera vez! - contesta el capitán sin que interese. Y se agrupan en orden ascendente por tamaño en varias filas que convergen formando un ángulo de 30 grados menos BU al cuadrado, atentos al mensaje que están a punto de escuchar. El pequeño Jesús Francisco se sale de la fila inadecuadamente: "Oh capitán, mi capitán!" ladró tristemente Jesús Francisco. "Cuando era pequeño y añejo, sin quererlo siquiera, perdí la vida en una era, a manos de un leño pellejo" Pero como Jesús Francisco era mudo, nadie le escuchó. Fue entonces cuando La Hormiga Klatrilapé, tirando de la colita del capitán, se hizo notar: - Habremos ido! Diremos cuando volvamos, eh? eh? Marchando raudos raudos desplegaron las alitas dirección a su destino, como no podía ser de ...