Sueño nº4



De pueblo conocido
y despreciado
por culpa del tiempo
y sus gentes.

De hotel conocido,
atemporal,
mal situado.

Y él
Eso.
Ya no sé.

No sé como seguir.





De una errata
propia de Morfeo,
de esas que te joden el dia
y te hacen replantearte
lo que condenaste a olvidar.

Duele en el estómago.


Eso.
O él.
Sigo sin saber.

Y un problema
que surge
de la irracionalidad
del sopor.

Yo.
La que dió
aquel portazo
y ahuyentó su nombre
como si de maldición
se tratara,

soy quien allí,
en el subconsciente
más ansioso
y desconcertante,
se parte la cara
por él,
o eso,
o yo qué sé.


Y abre la boca
y le abre la boca
y no le dice otra cosa
que en vigilia no le diría
y él
o eso
le responde algo
que despierto
quizá no haría.



Y se asusta.

Comentarios

kayako saeki ha dicho que…
Mi querida Isa!!!

La anti-poesía sigue siendo una necesidad para mí....

Muaksss

Entradas populares de este blog

Un poema casi inventado

La Posada