Y creo que no está mal





Poco se ha escrito
sobre lo duro que es descubrir,
casi de repente,
que ya no se está enamorado.

Y creo que no está mal.

El corazón ausente,
como miembro fantasma.
Yermo y helado,
más helado con cada respiración.

Y creo que no está mal.

No te haces una idea
de lo muchísimo que te quería.
Yo tampoco lo sabía,
hasta que no te quise más.

Y creo que no está mal.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Un poema casi inventado

La Posada