de la vida y otros cuentos.

A mi Paquito. Yo te echaría de menos . Ser feliz también es ahogarse en un mar de humillaciones cada día. Es mirar a tu familia de lejos, con un asco y una desgana que en lugar de querer volver a casa, te aleja. Ser feliz es levantarse por las mañanas preguntándote la misma pregunta que te preguntabas al dormir. Siempre pensé que al ser mayor las cosas serían fáciles porque tus decisiones serían tuyas, simplemente. ¿De qué me sirvió pensar así? ¿Será porque al ver la tierra envejecida, los muertos en los periódicos, soy consciente del valor de poder despertarme cada día? Ser feliz es respirar hondo, es beber cuando apetece, es estar vivo.

A mi tía Tere, quien desde hoy  me acompañará eternamente. Aquí, donde termina todo, volverás entre flores amarillas, de olor a tabaco y color cerilla que nacen mientras tu ausencia acomodo. Quédate conmigo,  irse siempre duele. Que la eternidad espere, yo te serviré de abrigo. Acostúmbrate a seguir con nosotros hasta que quiera la vida y a pervivir para el resto mientras yo escriba.  Imagen

Solo querer ser mar. Respirar agua azul, ignorar a las sirenas. Concentrar los recuerdos en espuma y lanzarlos contra la orilla para que desaparezcan en la arena. Solo querer ser mar. Un mar frío, vacío, silente. Corrientes condenadas al vaivén del paso y el peso de los mundos, todos muertos ya, como los peces; cuya memoria desaparece entre abismos de ausencia. Imagen