Todos los días deberían ser como éste
Todos los días deberían ser como éste. Deberían llenarse de luz justo como hoy lo veo, con olor a salitre y sabor a viernes. Entre todas mis ojeras y sus noches, Y entre todos los cielos de mis vidas, ahora también las tuyas, en esta habitación, nuestra escena transcurre como si nunca hubiese sido de otra manera. Imagen