Que te puedo decir... Lentamente, me dejo llevar más por mi instinto o naturaleza, como quieras llamarlo, pero está escrito que no me conduce a ningún sitio. Deambulo libre, sin destino, sin futuro pero encontré lo que buscaba, la libertad. Y mira que leerte... lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Es komo soñar despierta ke duermes... Los pensamientos de la mente en blanko... kaminar hacia ninguna parte... volar sin alas , sin red, sin vértigos...
Te vi bebiendo en una fuente con manos tristes y diminutas, no, tus manos no son diminutas, son pequeñas, y la fuente está en Francia, desde donde me escribiste la última carta que yo respondí y nunca volví a saber de ti. Solías escribir poemas demenciales sobre ÁNGELES Y DIOS, todo en mayúsculas, y conociste a famosos artistas y la mayoría de ellos fueron tus amantes, y te contesté que muy bien, sigue adelante, entra en sus vidas, no estoy celoso porque nunca nos hemos conocido, tuvimos una vez un acercamiento en Nueva Orleans, a media manzana, pero nunca nos conocimos, no nos tocamos, así que te fuiste con los famosos y escribiste sobre los famosos, y, por supuesto, lo que descubriste es que los famosos están solo preocupados por su fama, no por la hermosa joven que se acuesta con ellos, quien les ofrece esto y que luego se despierta por la mañana para escribir poemas en mayúsculas sobre ÁNGELES Y DIOS. Nosotros sabemos que Dios está muerto, nos...
- ¿En quién piensas, mamá? Las palabras de mi hija me devolvieron a ese momento. - En mi madre. Quién me iba a decir que la persona a la que recordaría antes de morir sería mi madre. No mi marido, no ningún otro amor, mi madre. Ganaba así una batalla que comenzó desde que salí de su tripa. Quise quedarme sola. En un último arranque de genio, ordené a mis hijos que salieran de mi habitación con la excusa de descansar, sabiendo que me iría en cuanto cerrase los ojos. Salieron de la habitación en el mismo orden en que salieron de mi: Sergio, Marina, Lola y Fernando, la familia que nunca pensé que tendría. Mi familia. Mi tribu. Mi clan. Elegí a García Márquez como última compañía y empecé a leer intentando estirar mi paso por este mundo. La tormenta asolaba Macondo cuando comenzó el sueño. Sonaba una música de piano que no recuerdo haber puesto. Y de repente aquellas por las que mi hija se llama Lola aparecieron en la puerta. - Vamos, chiquilla, dijo una mientras la otra sonreía...
No fue fácil ahogarme en ti, amor de agua. Me doy cuenta de que fue risa y no grito lo que te dije, y debo despensar las cosas que pensé en tu silencio, salir de otras bocas y olvidarme de dejarte, mitad solo, mitad contigo. No es fácil ser feliz, mucho menos hacer feliz a otro. Primero, no nos dejan y, quién sabe, será también la falta de costumbre o tal vez haya que aprender. Metí amor en esa habitación de olor a alcohol pasado y resginación a nada, en esta sólida soledad que debo hacer a un lado pues no cabemos los tres al mismo tiempo. Parece que hubiera que aguantar toda la vida para empezar a vivir sin sentirse culpable, desterrando a tu lado la pena de saber compartirse.
Comentarios
Lentamente, me dejo llevar más por mi instinto o naturaleza, como quieras llamarlo, pero está escrito que no me conduce a ningún sitio. Deambulo libre, sin destino, sin futuro pero encontré lo que buscaba, la libertad.
Y mira que leerte... lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Abrazos.
p.d.: que pedazo de selección musical.... :-)
Los pensamientos de la mente en blanko...
kaminar hacia ninguna parte...
volar sin alas , sin red, sin vértigos...
Todo lo és, es magia...
besitos!
DE AKUERDO KON LUO.... VAYA SELEKCIÓN MUSIKAL!!!
Tanto sentimiento en tan pocas palabras...
Tratamos de recortar las distancias entre lo ajeno y lo nuestro, para sentirnos más lejos.
Un fuerte abrazo.