Quizá todo esto es mentira. A lo mejor los últimos dos años no han existido y estás durmiendo la borrachera de aquella noche que llegamos tan tarde porque dimos aquel gran paseo hasta casa cogidos por la cintura esquivando malos pasos sonriendo como estúpidos siendo felices con estar pensando qué hacer al llegar a casa llenos de ilusiones de planes de cerveza. Quién te dice a ti que esto no es un inmenso paréntesis comatoso como aquella vez que soñaste que me moría y despertaste y yo estaba allí y no pasó nada. Imagen